domingo, 23 de febrero de 2014


Me gustaría empezar argumentando que la carrera de magisterio de siempre me ha gustado, pero mientras iba creciendo, me iba dando cuenta  que era lo que quería hacer en un futuro.

Desde pequeñitos estamos involucrados en este mundo de la enseñanza y aprendizaje. A los docentes los vemos desde que somos muy pequeños muy importantes en nuestra vida, o por lo menos yo lo he visto así a lo largo de mi vida.

He vivido muchísimos momentos felices en la escuela e instituto con mis compañeros y profesores y he vivido como todos, el buen ambiente que suele haber excepto en algunos casos.

Para mí la enseñanza es una de las cosas más bonitas en la vida. Ya que se enseña a los más pequeños algo muy importante para su futuro desde su infancia. Es algo que tengo muchas ganas de vivir.

Día a día me doy cuenta como me gustaría organizar mis clases y los objetivos que quiero conseguir y eso que solo acabo de empezar.

Para ser docente te tiene que gustar mucho el mundo de la enseñanza y sobretodo de los niños porque si no tienes algunas de las dos cosas yo pienso que no serás un buen docente.

Desde mi experiencia en la escuela, siempre he estado muy contenta con los docentes y compañeros. Ha habido de todo pero solo uno o dos años de todo los años que llevo en la escuela e instituto, me han tocado docentes que parecía que no le gustaba su trabajo. Iban a clase a darnos el temario y no le importaba si lo comprendíamos o  no. Solo le importaba darlas e irse a su casa.

Un docente tiene que preocuparse sobre todo por sus alumnos, si lo han entendido o no, si tienen problemas ayudarte etc...

El trabajo de un docente es un aprendizaje durante toda su vida y una formación. Son unos de los que más tiempo se dedican a su trabajo, porque después de dar sus horas en sus casas siempre tiene algo que hacer.

Para finalizar me gustaría argumentar que la mayoría de los docentes, se dedican a este trabajo por vocación. Estos docentes darán lo mejor de ellos e intentaran hacer su trabajo lo mejor posible ocupándose de todo. Por el contrario, hay docentes muy bueno que se han dedicado a esto por casualidad o porque no le quedaba otro remedio y han llegado a ser uno de los mejores docentes sin vocación.